07 octubre, 2014

Tumaco, tierra de futbolistas, con canchas que son peladeros

Hermano de Pablo Armero llama la atención de las autoridades para que inviertan más en el deporte.

Antes de hablar de los triunfos del combinado nacional en el pasado Mundial de Fútbol en Brasil; de los golazos de James Rodríguez; de los aciertos del técnico José Pékerman, así como de las buenas actuaciones de Pablo Armero, su hermano menor, este propietario de un modesto granero ubicado en la Ciudadela Tumaco, prefiere referirse a la pobreza extrema que se vive en este puerto sobre el Pacífico nariñense y de las difíciles condiciones en las que el famoso futbolista comenzó a jugar al fútbol.
“No es bueno que solo en estos momentos gloriosos nos pronunciemos. No nos digamos mentiras, aquí no hay dónde jugar fútbol. Nuestros gobernantes no se prestan para nada, menos para fomentar el deporte en la niñez y la juventud”, dice con tristeza y resignación este hombre de 50 años.
No se tiene que esforzar mucho a la hora de contar las canchas de fútbol que hay en el puerto.
“Aquí solo hay tres y son un verdadero desastre y una grosería. Cuando llueve se convierten en horribles pantanos por donde el balón no puede ni correr”, dice el hermano de Armero.
Las canchas están ubicadas en el barrio La Carbonera, en La Ciudadela y en Colpuertos.
“Si las juntamos, no se hace una sola”, replica con ironía.
“En este momento de alegría que estamos viviendo con la Selección Colombia y por el buen momento que vive mi hermano Pablo, no debemos esconder la realidad, seamos sinceros. Hay que tocarles el corazón a nuestros gobernantes para que entiendan que deben apoyar más el fútbol y a las presentes y futuras generaciones”, dice.
Así como Pablo Armero, en esas canchas o ‘peladeros’, como les dicen los tumaqueños, comenzaron a pegarle a un balón, pero descalzos o a pie limpio porque no tenían los recursos suficientes para comprar guayos, viejas glorias del fútbol colombiano como Willington Ortiz, Eladio Vásquez, Carlos ‘La gambeta’ Estrada, Víctor Bonilla, Enrique Simón Esterilla, Jesús ‘Tuto’ Chávez, Jesús ‘El tanque’ Montaño, Carlos Rendón, Jairo ‘El tigre' Castillo, Mauricio Casierra y el mismo Víctor Ibarbo, quien también conformó la nómina que puso a los colombianos a soñar con la copa del mundo en Brasil.
“Si nosotros nos ponemos a hablar de todos los jugadores que han pasado por el fútbol profesional colombiano, oriundos de este pueblo, nos coge toda la noche”, dice Huver Sánchez Armero, quien en la década de los noventa llegó a Estados Unidos como polizón. Recuerda que salió desde un barco en Barranquilla.
Desde allá, donde permaneció durante 12 años, mandaba plata para ayudar a su familia.
“Así como nos unimos para celebrar estos momentos grandiosos, también deberíamos unirnos para que mañana hayan más Armeros, más Ibarbos”, dice.
Pateó su primer balón en El Bajito
Pablo Armero comenzó a patear un balón de fútbol en el sector de El Bajito, una pequeña playa en el sur de Tumaco. Cuando cumplió los 12 años se lo llevaron para Cali para que estudiara y practicara su deporte favorito en mejores condiciones.
"La iniciativa de trasladarnos fue de toda la familia porque aquí las oportunidades son escasas; el jugador tumaqueño por lo general llega viejo a los equipos porque aquí no hay mayores posibilidades. De aquí, del propio pueblo, no sale un jugador hace más de 15 años", dice Húver Sánchez Armero, su hermano mayor.
Armero comenzó su carrera profesional en el América, equipo del que es hincha, y lo del bailadito va en la sangre.
"Eso salió de él porque es una persona muy alegre, muy espontánea, pero como todos, también tiene momentos de seriedad".
"Mi mamá le compraba los zapatos, pero terminaban dañados en los potreros después de jugar al fútbol. Él salía de la escuela, pero se quedaba jugando, después regresaba a la casa con el uniforme sucio y roto, era bastante travieso, todo por su entrega al fútbol".
Su primer par de guayos se los envió su hermano desde Estados Unidos. Tenía 11 años.
Pablo es un hombre sencillo, le gusta el pescado, el arroz y el plátano.
Tiene nueve hermanos, ocho hombres y una mujer, Húver es el mayor mientras que el futbolista es el último.

No hay comentarios:

Publicar un comentario