SE MURIÒ EL ÀRBOL MÀS EMBLAMÈTICO DE TUMACO.

El  Ficus árbol insignia de la “Perla del Pacífico” que se encontraba ubicado en el  parque Colón  y que era el orgullo de todos los Tumaqueños, murió al partirse  en la mitad en el amanecer del sábado  24 de diciembre.

Sobre éste árbol se escribieron muchas historias. Refugio e idilio de  muchos enamorados, sombra para propios y extraños, parasol de vendedores ambulantes,  de taxistas, el hogar de muchas especies de aves y de las iguanas.

Este Ficus se convirtió en un verdadero símbolo de la ciudad el cual fue sembrado hace 88 años, en dialogo con la profesora y Presidenta de la Junta del Parque Colón Lidia Góngora Quiñónez quien sobre el tema señaló “no lo podemos creer. Estamos muy tristes. Era nuestro patrimonio. Nuestro árbol llegó a ocupar el segundo lugar en Colombia de los árboles más grandes ubicado en un casco urbano.

Este era de la familia de la Ceiba. Su nombre era Ficus pero era  de la familia de la Ceiba. Era hijo de un árbol genuino que fue traído por mi abuelo el coronel Pío Quiñónez en el año de 1.906 y  fue sembrado por mi señora  abuela Nidia Belalcazar el 6 de agosto de ese mismo año. En el año de 1.928  le pasó lo mismo  que a éste  que mostró también caerse y entonces tuvo que sacrificarse.

En ese entonces el señor Amadeo Meza que era el parquero quien murió con el secreto,  logró sacar dos arbolitos. Uno que se sembró en Santa Teresita que tuvo que ser también sacrificado por la construcción de más aulas y éste que acaba de morir. Éste árbol fue sembrado en el año de 1.928   durando 83 años sin mentiras y sin inventos.

Yo digo como Presidenta de la Junta del Parque Colón que el árbol  como ser vivo cumplió su ciclo. Todos los seres vivos nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. El árbol al verlo ya partido por la mitad hemos podido observar que se encontraba ya podrido.

Al árbol se le dio mantenimiento, se le cuidó. Se le abonó. Inclusive tuvimos que cercarlo ya que mucha gente  lo orinaba mucho por que los agrónomos de Corponariño indicaron que demasiada urea del orín  del humano, lo estaba matando. Pero el árbol si se le cuidó.

Este parque se destaca también por que  es el  hábitat de las iguanas. Ellas se trepaban al árbol  para calentarse y jugar ya que ellas viven en otros árboles que existen en nuestro parque.

Ahora nos toca sembrar otro árbol. La muerte de nuestro Ficus nadie tiene culpa. El cumplió su ciclo y se nos murió dejando muchos recuerdos y satisfacciones  a muchos Tumaqueños y turistas que lo conocieron”, señaló  la Presidenta de la Junta del Parque Colón.