20 agosto, 2014



Tumaco, el paraíso perdido que lucha contra los narcos

La localidad de Tumaco, donde se concentra el grueso de los cultivos de coca en Colombia y feudo de grupos armados, se ha propuesto transformar la riqueza natural que le convierte en un paraíso perdido a orillas del Pacífico en la llave que abra un futuro de paz.
Situado en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, Tumaco cuenta con una gran biodiversidad en sus aguas y costas, que han sido históricamente eclipsadas por los estragos de un conflicto armado que ha golpeado especialmente a este municipio de 19.000 habitantes, la inmensa mayoría afrodescendientes.
Y es que Tumaco continúa siendo la localidad colombiana con más cultivos de coca -con 5.065 hectáreas-, lo que representa 10,6 % del total, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Los enfrentamientos entre las guerrillas de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) por el control de la cocaína, sumado a la presencia de paramilitares y nuevas bandas criminales, han convertido durante décadas a Tumaco en un rincón paradisíaco a evitar por los turistas y el comercio legal.
Este lugar quedó sumido en el olvido, pero ahora las autoridades se han propuesto rescatarlo a raíz del diálogo del Gobierno con las FARC en Cuba y los acercamientos con el ELN.
Y es que todos, Gobierno, empresarios y comunidad, están convencidos de que Tumaco, además de potencial turístico, es una puerta al comercio con el Pacífico.
Este puerto ahora es clave para la salida de droga, junto con el de Buenaventura, más al norte, pero con la creación de la Alianza del Pacífico (integrada por Colombia, México, Chile y Perú) se precisa de un control completo sobre todos los centros portuarios bañados por ese océano.
Víctor Reynel, directivo de Corpesca, que agrupa a los pescadores de la zona, afirmó que "el Gobierno sabe que tiene que prepararse con la Alianza del Pacífico y que esto hay que arreglarlo ya".
Entre las medidas adoptadas por el Gobierno nacional está una inversión hasta la fecha de 360.000 millones de pesos (189 millones de dólares), que se prevé alcanzará 1,2 billones de pesos (6.300 millones de dólares) en los próximos cinco años.
Con ese capital, los habitantes están empezando a cambiar, entre otros aspectos, la base de su estigma: los cultivos ilícitos, mucho de los cuales el Gobierno reconoce que están fuera de su control.
Las alternativas son el coco, del que Tumaco es el mayor productor de Colombia, y la palma de aceite.
El gremio palmero asegura que en 2007 llegaron a tener 35.000 hectáreas, cifra que cayó con el aumento del desempleo y la obtención rápida de dinero con los ilícitos.
La palma es el negocio legal más rentable, pero también el más lento, pues se necesitan tres años desde la siembra para empezar a obtener beneficios.
Esta localidad tiene ahora 17.000 hectáreas de palma que han sustituido a la coca, pero sólo 2.000 son explotadas por particulares; el resto está en manos de corporaciones.
Con el resto de la inversión se espera satisfacer necesidades básicas como suministro eléctrico o alcantarillado para arrancar el motor del turismo.
Esa es la gran apuesta: que los viajeros vean que en Tumaco se pueden recorrer los manglares en lancha y dormir en una playa para ver las ballenas al alba con plena seguridad.
El coronel Héctor Rodríguez, de la fuerza Pegaso que opera en Nariño desde hace tres años, explicó a Efe que su misión ha sido aislar a la guerrilla, oculta en el monte, y a los milicianos que operan desde el centro de Tumaco.
Añadió que "la presencia de los grupos criminales (herederos de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia) ha desaparecido porque es la propia FARC quien no permite que se conviertan en una competencia dentro del territorio".
Según datos de la inteligencia militar, obtenidos por confidentes, entre las FARC y el ELN todavía hay 240 guerrilleros y 450 milicianos en Tumaco y alrededores.
Fuentes militares indicaron que, si bien la amenaza no está controlada, esperan que dentro de cinco años este lugar ya no sea un paraíso perdido, sino un destino seguro para el turismo y los negocios.
En ese sentido, el alcalde Víctor Gallo agradeció el plan gubernamental para la recuperación de Tumaco, pero dejó claro, durante la presentación del programa, que hay que "seguir trabajando" para ver a Tumaco en paz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario