14 julio, 2014



El 'Ras tas tas' agitó a Tumaco que rindió tributo a Armero y a Ibarbo
Gustavo Quiñónez, de 10 años, tuvo que caminar más de una hora desde su barrio La Carbonera hasta el polideportivo San Judas, en Tumaco, ansioso por ver a su ídolo: el jugador de la Selección Colombia y paisano suyo, Víctor Ibarbo.
Después de haber esperado cuatro horas "que fueron eternas", el pequeño no se aguantó el deseo de que su futbolista favorito le firmara una camiseta del combinado nacional que despertó tantas alegrías en el Mundial de Fútbol, en Brasil, y evadió los controles de seguridad que había montado la Policía alrededor y subió hasta la tarima.

Cuando estuvo junto a Ibarbo el estudiante de sexto grado del Liceo Max Seiddel, Gustavo no pudo ocultar la emoción soltó unas lágrimas y le entregó la camiseta. Luego lo abrazó y hasta se tomó una fotografía del inigualable momento. Su sueño se había hecho realidad.

El papá del niño le había contado que el futbolista pasó su niñez en La Carbonera, uno de los sectores más deprimidos y marginados de Tumaco, donde empezó a jugar al fútbol en medio de las limitaciones económicas.

A Pablo 'Miñía' Armero, el defensa colombiano e hijo de esta tierra, fueron muchos los niños y niñas que lo asediaron a lo largo del desorganizado homenaje, que se convirtió en una multitudinaria caravana que lo siguió a su paso por este puerto lleno de pobreza en el Pacífico colombiano. Fue el tributo a él y a Ibarbo por parte de los tumaqueños y de la Gobernación de Nariño y la Alcaldía de la localidad por su gran desempeño en el Mundial.


"Queremos venir a pasar un rato agradable con ustedes y aquí llegamos fue a gozar, muchas gracias Tumaco", dijo Armero frente a más de 5.000 personas vestidas con la camiseta de la Selección Colombia, quienes no se cansaron de pedirles que bailaran la salsa 'Shoke' con el ya emblemático 'Ras tas tas' que el grupo caleño Cali Flow Latino puso a bailar a todo un país. De inmediato, hombres, mujeres, niños y adultos mayores estallaron en gritos, acompañados de aplausos y ovaciones.

El delantero Ibarbo, que se mostró extasiado con la alegría de su gente, manifestó: "Este fue un día que nunca lo voy a olvidar, aquí veo a muchos amigos que jugaron conmigo en mi niñez. ¡Estoy muy orgulloso de ser tumaqueño!".

El alcalde de Tumaco, Víctor Gallo, les entregó sendas medallas de honor, pero también de unas camisetas en las que se leía la frase "Tumaco necesita estadio".

El funcionario respondió que Tumaco tiene semilleros por lo que es necesario que figuras, como ambos deportistas sean motivo para atraer inversiones y así construir nuevas canchas de fútbol. "Le vamos a solicitar al presidente Juan Manuel Santos en su visita a Tumaco, el próximo 30 de julio, a nombre de Armero y de Ibarbo, que necesitamos la terminación del estadio Domingo Tumaco González", dijo el alcalde Gallo.

Por su parte, el gobernador de Nariño, Raúl Delgado, agradeció a los dos jugadores por haber dejado en alto el nombre de Tumaco y de Nariño, y sostuvo: "Pablo y Víctor, ustedes saben que a veces cuando se habla de Tumaco se le toma como sinónimo de violencia y de problemas, pero hoy les queremos decir que Tumaco y la costa Pacífica no son solo eso, también son cultura, deporte y riqueza".

Sin embargo, no faltaron las críticas al evento que se cumplió en la noche del sábado. "No se justifica tanta improvisación y mucho menos someter a tanta gente, especialmente a niños, a un evento tan largo y tan mal organizado, sin protocolo y sin seguridad", dijo Jéfferson Sánchez, docente y periodista tumaqueño, opinión que fue compartida por otros asistentes.

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