Niños de
Tumaco no llevaban explosivos, afirma la Diócesis
La
Diócesis reiteró que lamenta el asesinato de los niños Pier Ángelo Cabezas y
Luis Sebastián Preciado ocurrido el pasado 14 de mayo en la vereda Chilvi, en
la vía a Pasto, donde resultaron heridos ocho policías.
"Lamenta,
igualmente, que en primera instancia la Policía Nacional haya responsabilizado
a los niños víctimas de haber sido quienes lanzaron las granadas, lo cual fue
difundido ampliamente por los medios. Informaciones dignas de crédito dadas a
la Diócesis de Tumaco ponen muy en duda la versión dada por la Policía. Los
niños jugaban fútbol con los policías heridos y solían hacerles mandados”, dice
un comunicado. Además, “las circunstancias del hecho cuestionan profundamente
que los niños fueron los que lanzaron las granadas, pues en ese momento se
encontraban tomando gaseosa". El reporte policial señalaba que los niños
habrían sido usados por las Farc para un atentado. El alcalde Víctor Gallo
también se pronunció y dijo que uno de los menores lanzó la granada que sacó de
una mochila y había sido enviado por la columna ‘Daniel Aldana’ del grupo
guerrillero. La noticia causó conmoción por el supuesto uso de 'niños-bomba'.
La
Diócesis afirma que apoya a las madres "en la exigencia de limpiar la
memoria, la honra y el buen nombre de sus hijos que han sido re victimizados”.
“Solicitamos que se investigue la inadecuada atención al menor Pier Ángelo
Cabezas Montaño en el hospital San Andrés de Tumaco, pues llegó sobre las 4:00
p.m. y fue atendido a las 9:00 p.m., muriendo a las 10:10 p.m. El niño les
respondía a los policías que lo acusaban, que él no había sido, que siempre
había sido su amigo, que jugaba fútbol con ellos, hechos que se constituyen en
un comportamiento proscrito a la luz del derecho internacional humanitario”,
agrega la Diócesis.
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